Es notable por sus siete capillas que componen el santuario dedicado a la Virgen Negra desde la Alta Edad Media. Esta situado en el Causse, recibe a 1,5 millones de visitantes y peregrinos. Verdadero reta al equilibrio, Rocamadour, agarrado al acantilado es una superposición de techos marrones, casas e iglesias. Desde el castillo que corona este audaz andamio se dibuja un acantilado de aproximadamente 150 metros de fondo por el cual serpentea el río de Alzou. En el refugio bajo la roca, en medio del acantilado, se había construido una capilla para albergar a una misteriosa Virgen Negra. Al mismo tiempo, en 1172 se redactaron en un estilo simple y agradable de leer, los relatos de los 126 milagros que se produjeron en el lugar por intercesión de la muy Santa Virgen. Es necesario ofrecer un lugar especial a la campana milagrosa, hoy en día en la capilla de la Virgen Negra que sonaba al rezo de los marineros en peligro. Desde entonces, Rocamadour, se convirtió en un alto lugar de peregrinación en occidente siendo un símbolo de fe y esperanza a través de los siglos. A los peregrinos se les propone visitas guiadas, peregrinaciones y conciertos. Lugar consagrado, ciudad vértigo, este lugar escribe en la caliza una fabulosa historia humana y espiritual. Desde el Hospitalet, mirador impresionante sobre el barranco del Alzou, se descubre un lugar mítico que sigue siendo a través de los siglos símbolo de fe y esperanza. Las casas sobre el peñón, las iglesias sobre las casas, el peñón sobre las iglesias, el castillo sobre el peñçon. Una sola calle atraviesa la ciudad medieval, jalonada de puertas fortificadas. Los medios que permiten descubrir el sitio son un tren pequeño y ascensores. En torno a la explanada, el hueco del peñón, los santuarios forman una ciudad. desde el siglo XII numerosos peregrinos vienen a venerar y rezar a Notre Dame de Rocamadour, Virgen Negra, que se encuentra en la capilla Notre Dame. La visita al pueblo, los santuarios, las murallas y el Museo de Arte, puede prolongarse en el barranco al descubrimiento de una arquitectura rural típica: molinos, fuentes, lavaderos, lagos, tapias de piedras secas y también al encuentro del mundo subterráneo (gruta de Lacave, abismo de Padirac, grutas de las Maravillas).
En el corazón del acantilado, la explanada de los santuarios con sus siete iglesias, guía los pasos de los peregrinos hacia la capilla de la Virgen Negra, coro de la peregrinación.
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