
Número 2: es de naturaleza dual; puede ver los dos lados de una situación; sirve de equilibrio de fuerzas opuestas y se califica como excelente árbitro o pacificador. Es tímido, sensible y falto de confianza en sí mismo. Es parte de su propio Karma, por lo que deberá en esta vida evaluar sus caracteres y capacidades para apoyarse sobre sí. Como estadístico es bueno, ya que escoge información de ambos lados debido a su naturaleza dual. Es emotivo y a menudo se inclina por la música. Tiene hondo sentido del ritmo y la armonía. Trabaja mejor con otra persona o bajo el mando de alguien, que ejerciendo su capacidad individual. Tiene tacto, es benévolo y tolerante, cualidades de un diplomático. Es cooperativo, pues es un heraldo de la paz. Prefiere ser el que sigue. Pueden ser estadistas, contadores, empleados públicos, bibliotecarios, músicos, pintores o pacificadores.
Número 3: toma la vida como viene, ama el placer y es esencialmente juvenil. Tiene talento para expresarse cuando habla, escribe o actúa. Está dotado de creación, pero no se destaca como práctico. Sueña grandes aventuras, ya que piensa en gran escala. Por tener una mente aguda y rápida, aprende con facilidad. Puede hacer casi todo lo que se propone. Está dotado de una imaginación enorme, lo que lo hace apto para el espectáculo. Esto puede conducirlo a muchas oportunidades y buen éxito financiero. No deben dispersar su talento en varias direcciones a la vez. Pocas veces son víctimas de la inquietud o la depresión, pues disfrutan de la vida social. Hay tres tipos de tres: uno es la variedad estudiosa o mental; el otro social y el tercero emotivo y levemente inestables. Pueden triunfar como oradores, escritores, actores, músicos, pintores, comediantes, directores y comerciantes de artículos de belleza.
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