El equivalente a nuestro sistema nervioso a nivel craneal y digestivo a nivel abdominal, se corresponde con el sistema radicular del ser vegetal. A modo de hacer más práctica nuestra adquisición observemos algunas conclusiones sobre los aceites esenciales.
** Aquellos que se expresan a nivel raíz o semilla, promueven energía terragénica, siendo potentes estimulantes y digestivos. (Aceites de Angélica, Fennel y Ginger).
** Los aceites tomados de las maderas cumplen eficazmente la función equilibradora, permitiéndonos elevar nuestra conciencia. (Sándalo).
** Aquellos que actúan en condiciones de resina, mantienen una estrecha relación con el sistema glandular, controlando las secreciones, además de cubrir aspectos espirituales. (Mirra e Incienso).
** Los que fluyen a través de las hojas, se conectan con la energía vital (Prana), trabajando principalmente sobre el sistema respiratorio y el plano emocional, entre otras áreas. (Ciprés, Eucalipto y Patchouli).
** Los aceites tomados de la flor cubren distintas posibilidades enfocando la terapéutica siempre desde el aspecto astral. (Tilo, Lavanda, Rosa y Jazmín, observan esa característica).
** Los que brindan a partir del fruto, cumplen sus distintas funciones desde un área de integración de los distintos planos, en razón de que representan el cierre del ciclo. (Bergamota, Limón y Naranja).
Resulta imposible fijar el punto exacto del comienzo de la historia terapéutica de las plantas. Comenzaron a ser seleccionadas por sus poderes mágico-curativos, siendo perfume y remedio al mismo tiempo. Vasijas de alabastro, fueron encontradas en tumbas egipcias como por ejemplo en la tumba de Tutankamón, donde se hallaron vasijas y potes que contenían un ungüento hecho incienso. Probablemente eran usados por familias reales y sacerdotes. En forma de cosméticos, aceites para masajes y medicinas, los aromas se hicieron accesibles al pueblo, que hasta el momento sólo podía recibirlo cuando ardían en fiestas sagradas, o al paso de la litera del faraón. Aún no existía una clara distinción entre magia, medicina y perfume, cubriéndose usualmente los tres propósitos. (Revista Ciencias, Cultos y Religiones (Año II - N•8).
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