"Una paloma blanca volando sobre aguas turbulentas"
La primera asociación que surge frente a esta imagen es la de la paloma de Noé. Ella avisa que las aguas están bajando y que se establece el pacto de unión entre Dios y el hombre. Y esta imagen es válida, pero no debería ser la única, pues existe una clara oposición entre la paloma (que es símbolo de la templanza y moderación) y el de las aguas turbias que indican intensas emociones que pueden ser descargadas violentamente, sin medir las consecuencias. La paloma tiene que ver con fertilidad conseguida a través de un carácter armónico y por medio de un proceso pacífico, mientras que las aguas también pueden ser abundancia, pero lograda luego de grandes perturbaciones que, con dificultad, se ha conseguido superar. Este símbolo puede representar a una persona que ha sido capaz de vencer, primero en ella misma, un mundo de profundas emociones transformándose gracias a esa faena en una pacifista, en una mensajera de conciliación aún en situaciones muy difíciles. En su faz negativa: puede tratarse de alguien que actúa de manera disociada, simulando ser mensajero de concordia, mientras en su mundo interior no logra encontrar la paz que intenta reflejar ante los demás.Idea - Clave: CONCILIACIÓN
(Ana Lía Ríos)
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