Naranja - La expansión de lo intelectual

Este color secundario despierta los sentidos, activa las emociones provocando sensaciones de bienestar y de buen humor. Los monjes budistas llevan una túnica de color amarillo azafrán y los caballeros del santo espíritu una cruz de terciopelo naranja. Está asociado al placer y al buen vivir. Es un color que estimula el apetito y, por lo tanto, está en relación con el buen comer.
Despierta sensaciones en el cuerpo por su gran irradiación de calor. Es un color expansivo con fuerza intelectual. Es un buen color para aplicar en un mandala que se realice para salir de la depresión. Puede expresar el estado de conciencia o indicar una tendencia hacia la distracción. Es símbolo de energía renovadora y libera estructuras emocionales obsesivas. Aumenta la noción de los valores propios y despierta la alegría en la libido. En los textos ayurvédicos se habla del color naranja como color interior del agua. (J.L.Nuag)