Trabajar con los colores de los mandalas es una forma de aprender a traducir lo que sentimos pintando sensaciones o emociones con diferentes matices cromáticos. Los colores son movimientos vibratorios y ondas que llegan a nuestros ojos enviando a su vez información al cerebro. Esos colores van a provocar una respuesta emocional y mental, estimulando a las neuronas y disponiéndolas a interpretar el mensaje que está en ellos, relacionado con nuestro trabajo en el mandala.
Los tonos cromáticos son necesarios para el equilibrio. Según sean alegres o sombríos, modifican nuestro humor. Cada tonalidad envía su propia vibración y su fuerza, impactando con su carga de influencia. Por lo tanto, cada color posee un magnetismo particular que despierta inconscientemente ciertas reacciones en las células nerviosas y en la psique. De esta manera los colores se ven y se sienten. Existe una verdadera magia de los colores que hay que saber combinar en los mandalas para que tengan un efecto de felicidad, de seducción o simplemente para sentirse bien. En lo cotidiano, los colores juegan un papel constante: ropa, muebles, vehículos. Todas las cosas vibran de diferentes colores y todos desencadenan algo en nosotros. Los colores tienen un lenguaje que les es propio, sólo se trata de prestar atención para fijarse que tienen cosas que decirnos, pero a través de las palabras resulta más difícil de expresarlo. En los mandalas, los colores expresan nuestros pensamientos, sentimientos y las intuiciones más íntimas, incluso las sensaciones psíquicas.
Analizarlos ayudará a comprender los mensajes de inconsciente. Cada vez que se crea un mandala hay que partir de cero, pues cada vez tiene que ver con el momento en que se realiza. Hay que saber equilibrar los colores entre ellos y dejarlos hablar en nosotros. Representan muchos signos y mensajes que nos transmiten y aportan soluciones para nuestras vidas. Por ejemplo, en nuestra era moderna, cada vez que alguien está construyendo su página web ya está realizando su mandala: la elección de los colores, las formas, los números, etc.
Todo esto sale del inconsciente según el humor y el estado del espíritu en esos momentos.
En nuestro lenguaje utilizamos bastantes colores para expresar y mostrar al interlocutor una visión coloreada de los hechos para que entienda mejor el mensaje. Los colores están clasificados entre planos: primarios, secundarios y los no colores.
Entonces....¿por qué no empezar a trabajar y disfrutar de los inmensos poderes que tienen los mandalas?
J.L.Nuag
Analizarlos ayudará a comprender los mensajes de inconsciente. Cada vez que se crea un mandala hay que partir de cero, pues cada vez tiene que ver con el momento en que se realiza. Hay que saber equilibrar los colores entre ellos y dejarlos hablar en nosotros. Representan muchos signos y mensajes que nos transmiten y aportan soluciones para nuestras vidas. Por ejemplo, en nuestra era moderna, cada vez que alguien está construyendo su página web ya está realizando su mandala: la elección de los colores, las formas, los números, etc.
Todo esto sale del inconsciente según el humor y el estado del espíritu en esos momentos.
En nuestro lenguaje utilizamos bastantes colores para expresar y mostrar al interlocutor una visión coloreada de los hechos para que entienda mejor el mensaje. Los colores están clasificados entre planos: primarios, secundarios y los no colores.
Entonces....¿por qué no empezar a trabajar y disfrutar de los inmensos poderes que tienen los mandalas?
J.L.Nuag
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