Es el color de la ascensión, de la transmutación y de la evolución espiritual. Se relaciona con el planeta Júpiter. En Oriente es un color sagrado y en Occidente representa a la supremacía religiosa. Trae riquezas, fecundidad y honores. Se usa cuando la persona siente que algo en su vida debe transformarse, cuando existen vacíos espirituales y todo se torna material, a tal punto que la gente que la rodea (aún los afectos más cercanos) se aleja. También se usa para las personas hipersensibles, que son receptoras y absorben todo lo negativo del entorno. Por lo tanto esta vela se emplea como descarga, purificación, alivio, desbloqueo, para desatar y esencialmente, para elevar el espíritu. (El mágico poder de las velas - Waldo Casal).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario