El poder de las velas está en el fuego y el poder del fuego está en cada uno de nosotros. Encender una vela es iluminar todo lo oscuro, es dominar lo oculto por medio del fuego. Esta es una tarea mágica y transformadora. La noche y la oscuridad siempre se relacionan con lo esotérico. La vela, a través de la fuerza del fuego, ilumina la negrura con energía vital ya que con las velas es posible transmutar la energía a través del fuego y todo lo negativo se transforma en positivo. Esto depende también de la intención con que se las encienda. Lamentablemente, también se prenden velas en los ritos de magia negra o roja (en religiones de origen africano, que usan velas de estos colores). Las velas negras, en general, son negativas, pues este color pertenece al planeta Saturno. Una vela negra puede captar energía nefasta, pero si se la sabe utilizar correctamente, el negro es capaz de captar buena energía y absorber problemas físicos. Sólo hay que tener cuidado con los ritos que se realizan. La fuerza de las velas también se relaciona con el tiempo, con la duración del ritual. El fuego va quemando etapas. Con su poder de luz y calor va consumiendo lo negativo. También es importante hablar de cromoterapia, ya que las velas tienen distinto poder según sus colores; hay un color para cada circunstancia. El consultante debe saber que no todos los colores son iguales, ni se obtienen los mismos resultados ya que las llamas son distintas según las variedades de tonos y, por lo tanto, el poder energético varía también. No obstante todos estos elementos, hay un requisito fundamental para poner en marcha el poder de las velas: LA FE. La fe es la que mueve la energía; es la fuerza interna que va a revertir las situaciones y posibilitar el cambio deseado. Esto no se aprende ni se adquiere, el consultante lo debe sentir. Una característica fundamental es que las velas no pueden estar preparadas con grasa animal, tienen que ser velas vegetales. Las de grasa animal se reconocen por el sebo, son pastosas y engrasan las manos (mueven energía densa), en cambio las vegetales no dejan marcas ni engrasan (son de parafina vegetal). (El mágico poder de las velas - Waldo Casal).
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