Estrella de Belén

La brillante estrella que guió a los Reyes Magos hasta el Cristo Niño, puede ser considerada más un fenómeno angélico que una estrella (o cometa, como dicen algunos revisionistas modernos). Mateo dice que la estrella fue vista por los magos a Oriente, que ésta les precedió y "vino a pararse encima del lugar donde estaba el niño" (Mateo 2,9). Digamos que si fue una estrella, se comportaba poco como tal, ajustándose más a otras descripciones bíblicas que describen a los ángeles como seres luminosos, como estrellas flamígeras. En Job vemos como las estrellas jugaron un papel importante en la victoria de Israel y en Isaías se menciona al ángel Lucifer, cuyo nombre significa "portador de la luz" o "estrella matutina". Por otra parte, el Apocalipsis describe a los ángeles como estrellas. En Enoch se habla de los ángeles de fuego, con ojos como carbones ardiendo y los serafines, los ángeles más cercanos a Dios, son "hacedores de fuego". Es esta apariencia ardiente lo que hizo que filósofos de distintas religiones los describieran como estrellas. (Del "Libro de los ángeles").