Akenatón

Una de las teorías sobre la evolución de los antiguos ángeles tiene su origen en el reino del faraón Amenofis IV, conocido como Akenatón, cuya esposa era la hermosísima Nefertiti. Aunque Akenatón había sido educado en el múltiple panteón de los dioses y diosas egipcios, decidió que debería haber una única deidad que presidiera y estuviera por encima de todas las demás, que debían ser sus subordinadas. Eligió para este papel a Ra, el sol. Como Akenatón era el gobernador supremo, la gente no tuvo otro remedio que plegarse a este camino tan radical como poco ortodoxo en el seno de unas creencias y prácticas religiosas que tenían siglos; mientras Akenatón vivió y reinó, los egipcios adoraron a Ra, como su único dios. Siendo de natural despierto, Akenatón se daba cuenta de que no podía acabar con un plumazo con un panteón de múltiples dioses y diosas que había durado siglos, aunque hizo un esfuerzo por conseguirlo borrando sus nombres de los monumentos. En un momento dado, para apaciguar a sus irritados súbditos, permitió que los antiguos dioses y diosas permanecieran en el panteón, pero con una estatura menor; según un cronista, se les dejó "como oficiales rebajados, haciendo extraños trabajos para el dios jefe...se estaba creando la figura de los ángeles". Como las antiguas tradiciones son extraordinariamente difíciles de erradicar, el primer esfuerzo de Akenatón por establecer el monoteísmo fracasó, muriendo con él y con su elegante reina. (M.J.Abadie).