El cuello y la garganta

Son fascinantes porque es mucho lo que pasa en esa zona. El cuello representa la capacidad de ser flexibles en nuestra manera de pensar, de ver los diversos aspectos de una cuestión y de aceptar que otras personas tengan puntos de vistas diferentes. Cuando hay problemas en el cuello, significa que nos hemos "atrincherado" en nuestro concepto de una situación. Cada vez que vemos a una persona llevar cuello ortopédico, hace pensar que estamos frente a una persona presuntuosa, que se obstina en no ver el otro lado de las cosas. La garganta representa nuestra capacidad de "defendernos" verbalmente, de pedir lo que queremos, de decir "yo soy". Cuando tenemos problema con ella, eso significa que no nos sentimos con derecho a hacer esas cosas. Nos sentimos inadecuados para hacernos valer. El dolor de garganta es siempre enojo. Si además hay un resfriado, existe confusión mental. Con respecto a la laringitis marca que estamos tan enojados que no podemos hablar. La garganta también representa el fluir de la creatividad en nuestro cuerpo. Cuando frustramos o sofocamos esa creatividad, tenemos problemas de garganta. Hay personas que viven toda su vida para los demás, sin hacer jamás lo que quieren. Siempre están complaciendo a madres, padres, cónyuges, jefes. La amigdalitis o los problemas tiroideos no son más que creatividad frustrada, incapaz de expresarse. El centro energético situado en la garganta, el quinto chakra, es el lugar del cuerpo donde tiene lugar el cambio. Cuando nos resistimos o estamos intentando cambiar, es frecuente que tengamos mucha actividad en la garganta. Cuando tengamos tos, debemos preguntarnos: ¿Qué es lo que se acaba de decir? ¿A qué estamos reaccionando? ¿Es resistencia u obstinación, o es que el proceso del cambio se está produciendo? ("Usted puede sanar su vida" - Louise Hay).