Más allá de las características de cada signo y de los tipos de horóscopo, existe la astrología psicológica, capaz de determinar la personalidad de cada persona a través de los planetas. En lo que relaciona al hombre con su personalidad a través de la psicología, los planetas pueden dividirse en tres grupos. La primera apunta a los factores personales básicos: Sol, Luna, Mercurio, Venus y Marte que muestran qué fuerza podremos dirigir o modificar conscientemente. Caracterizan los rasgos más evidentes de la personalidad, experimentan un sentido de la individualidad (Sol), un modo de reacciones de manera espontánea (Luna), una aptitud para razonar (Mercurio), una necesidad y capacidad para el amor (Venus) y una tendencia hacia la acción y la sexualidad (Marte). Debajo de estos factores personales básicos están los de motivación y los colectivos, simbolizados por Júpiter y Saturno. Estos dos planetas representan impulsos específicos. Además indican profundos estados de cada persona, necesidades conscientes (Júpiter) o subconscientes (Saturno). El tercer grupo está integrado por Urano, Neptuno y Plutón. Simbolizan las fuentes más profundas del cambio en la vida, las dimensiones de la experiencia y las energías con las que estamos armonizados. Los tres planetas juntos se refieren a factores transpersonales y las energías transformativas dentro de la vida de cada uno. Los principios de cada planeta son los siguientes:
Sol: vitalidad, sentido de la individualidad, energía creadora, yo interior irradiante.
Luna: reacción, predisposición subconsciente, respuestas condicionales.
Mercurio: comunicación, mente consciente. Venus: gustos matizados emotivamente, valores, intercambio de energía con los demás.
Marte: deseo, voluntad de acción, energía física.
Júpiter: expansión, gracia.
Saturno: contradicción, esfuerzo.
Urano: libertad, individualidad.
Neptuno: libertad trascendente.
Plutón: transformación, eliminación.
(Jean B.Lapasset)
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