La tradición considera que el universo entero está compuesto de los elementos: fuego, aire, agua y tierra. Cuando aplicamos este sistema a las personalidades, los elementos representan ciertos rasgos básicos y otorgan cierto "temperamento". Esto varía de acuerdo al énfasis de los elementos del horóscopo. Cualquier emplazamiento de planetas o puntos personales en un signo constituye un énfasis. Los cuatro elementos pueden considerarse como cuatro principios básicos de la vida. Estos pueden aplicarse a todo tipo de cosas a través de los principios de similitud y analogía. Carl G. Jung abrió la puerta a una moderna comprensión de estas categorías desarrollando un sistema de tipo, en el cual los elementos corresponden a cuatro funciones básicas de la psique. El énfasis o falta de énfasis de los elementos en el horóscopo individual revela aspectos fundamentales de la personalidad.
Fuego: Aries, Leo y Sagitario
Son personas espontáneas e impulsivas. Aplican su energía con todo su corazón. Su respuesta emocional es rápida y tienen una imaginación vivaz.
Aire: Géminis, Libra y Acuario
Las personas de Aire son rápidas y animadas. Aplican su energía de maneras muy diversas. Tienden a intelectualizar sus sentimientos y expectativas.
Agua: Cáncer, Escorpio y Piscis
Las personalidades de Agua son del tipo sentimental y muy sensibles. Sus vidas imaginativas y emocionales son ricas y profundas.
Tierra: Tauro, Virgo y Capricornio
Reaccionan lenta y tranquilamente. Su dedicación es constante y perseverante. Emocionalmente están profundamente enraizadas y son lentas ante los cambios.
Las fuentes tradicionales occidentales también toman en cuenta un quinto elemento, "la quinta esencia". Esto describe muy simplemente el alma o el ser espiritual de la persona. Permanece separada de los otros 4 elementos y no está representada en el horóscopo. Es por eso que frecuentemente se la pasa por alto. Alude a la libertas del hombre y nos recueda los grandes misterios de lo eterno.
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