Durante la infancia, se nos envían mensajes que todos necesitamos oír; es posible que oigamos algunos, pero es casi seguro que nos los oímos todos. El mensaje perdido, el que no se ha oído (aunque haya sido enviado). Esto hace que la personalidad adulta de cada tipo haga todo lo posible para que otras personas le envíen el mensaje que nunca recibió bien. Lee los siguientes mensajes y observa su efecto en ti. Qué mensaje necesitabas oír más? Cómo te afecta ahora reconocer esa necesidad?
Tipo Uno: "Eres bueno".
Tipo Dos: "Eres deseado".
Tipo Tres: "Eres amado por ti mismo".
Tipo Cuatro: "Se te ve por lo que eres".
Tipo Cinco: "Tus necesidades no son problema".
Tipo Seis: "Estás seguro".
Tipo Siete: "Estará cuidado y atendido".
Tipo Ocho: "No serás traicionado".
Tipo Nueve: "Tu presencia importa".
(Riso - Hudson)
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