Un ambiente adecuado

En cualquier momento podemos recibir un mensaje que proviene de los ángeles. Pero cuando meditamos con ellos es mejor propiciar el ambiente para que la comunicación sea más exitosa. Puede ayudar, por ejemplo, que pongamos música en el lugar donde meditamos. La música puede dificultarnos la concentración, pero también puede resultar de ayuda para entrar en estado de ánimo determinados. Por otra parte, la música atrae a los ángeles. Las sinfonías de Brahms y de Haendel, las romanzas para violín y orquesta de Beethoven, la pequeña música nocturna de Mozart, las 4 Estaciones de Vivaldi, el Canto Gregoriano y la música New Age, suele ser del agrado de los ángeles. También los atrae el sonido de las campanas o por supuesto "el llamador de ángeles". La iluminación, por su parte, tiene que ser suave, preferentemente natural. hay que evitar las luces artificiales y dejar que el sol de la mañana sea el que ilumine nuestras meditaciones. Si la meditación es nocturna o en lugares oscuros, se pueden utilizar velas blancas. Con respecto a los aromas, es buena idea encender un sahumerio o colocar un jarrón con flores frescas. (Ramón Benitez Reyes).