UN PASEO PARA CONOCER EL MUNDO DE ESTOS SERES MARAVILLOSOS .....

julio 26, 2008

San Pedro Apóstol

Jefe y cabeza de los Apóstoles, a quien Jesús concedió el primado honor sobre toda la Iglesia. Junto a Juan y Santiago el Mayor pertenecía al grupo selecto de preferidos que Jesús llevaba a todas partes. Este grupo estuvo presente en la Transfiguración de Jesús y en la resurrección de la hija de Jairo. Presenciaron también la agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos. Nació en Betsaida, era hijo de Joná o Juan y hermano mayor de Andrés (también apóstol de Jesús). Todos ellos vivían en Cafarnaúm, dedicados al oficio de pescadores. Fue Andrés quien le habló del Mesías a Pedro, que hasta entonces llevaba el nombre de Simón, y lo llevó hasta Jesús. Fue en esta entrevista donde el Divino Maestro cambió el nombre de Simón por Cefas (Jn.1, 41-42). Ocupados en su oficio de pescadores, lanzando las redes al mar, se encontraban Andrés y Pedro, cuando pasó junto a ellos Jesús y llamándolos al apostolado, les dijo que dejaran las redes y lo siguieran, pues Él iba a hacerlos pescadores de hombres. Al instante, los dos hermanos dejaron familia y oficio por seguirlo. (Mat.4, 18-20). La multiplicación de los panes fue una experiencia que marcó profundamente a los Apóstoles. Después del milagro, Pedro pidió a Jesús caminar sobre el agua. Pero sintió temor y se hundió. Le sobró miedo y la fe no le alcanzó para imitar a su Señor. Pedro se salvó, porque cuando le faltó valor pidió ayuda. (Mat.14, 22-33). Cuando Jesús preguntó a los apóstoles que pensaba la gente sobre él, Pedro fue el que le expresó claramente lo que llevaba en el alma. Jesús le otorgó en cambio el enorme privilegio de ser designado como piedra sobre la cual se edificaría la Iglesia y la promesa de darle las llaves del Reino de los Cielos, es decir el poder soberano para regir y gobernar aquella Iglesia. (Mat.16, 13-19). Cuando el Divino Maestro, frente al Templo de Jerusalén, anunció la destrucción de la ciudad, Pedro fue uno de los 4 apóstoles que le preguntaron cuándo sucedería. (Mat.13, 1-8). Cuando Jesús fue preso en el huerto por la traición de Judas, Pedro opuso resistencia a los soldados que fueron a detener a su Maestro (Jn.18,10). Luego, ante una criada, negó 3 veces ser uno de sus discípulos, tal como Jesús lo anunció en la ultima Cena (Mat.26, 69-74). El día de la Resurrección, Pedro fue el primero entre los Apóstoles en entrar al sepulcro. Tiempo después, Jesús se apareció a sus Discípulos mientras pescaban. Habló con Pedro y predijo su martirio. (Jn.21, 15-19). Determinó la elección de Matías como apóstol en lugar de Judas. (Hech.1, 15-16). Por predicar el Evangelio y curar enfermos, Pedro fue detenido y encarcelado junto a Juan. El Ángel del Señor, abriendo por la noche las puertas, los puso en libertad. (Hech.5, 14-20). Cerca de 5 años permaneció Pedro en Judea, predicando y haciendo milagros. Recorrió Samaria, volvió a Jerusalén y desde allí partió a visitar las iglesias de Lidda y Jopoe. Desde Palestina se dirigió a Antioquía (ciudad de Turquía) donde fijó su residencia. Recorrió también Ponto, Capadocia, Galacia y Bitinia (antiguas regiones de Asia Menor). En el año 42 partió a Roma, donde fue obispo por espacio de 25 años, escribió 2 cartas, la primera de ellas en la misma época que aparece el Evangelio de Marcos. En el año 67, el emperador Nerón culpó a los cristianos del incendio de Roma y Pedro fue encarcelado junto a Pablo. Condenado a la cruz, Pedro se consideró indigno de morir como el Señor. Suplicó ser crucificado cabeza abajo, gracia que le fue concedida. Sus restos fueron enterrados en el Monte Vaticano.

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