UN PASEO PARA CONOCER EL MUNDO DE ESTOS SERES MARAVILLOSOS .....

julio 09, 2008

Mito del carro alado

(Alegoría que utiliza Platón para describir las partes del alma y el afán humano por el conocimiento y el ser).
En el diálogo "Fedro", Platón trata la cuestión de la esencia y partes del alma. Comienza señalando que parece más adecuada, dada la dificultad del tema, la exposición alegórica que la investigación racional e inmediatamente nos presenta el mito del carro alado. El alma es como una fuerza natural que mantiene unidos un carro y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos y los aurigas de los dioses son todos ellos buenos; los de los hombres, no. En nuestro caso, el auriga guía una pareja de caballos, uno hermoso y bueno y otro feo y malo, por lo que para nosotros la conducción resultará dura y difícil. El alma tiene como tarea el cuidado de lo que es inanimado y recorre todo el cielo. Cuando es perfecta, vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio la que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece tomando un cuerpo terrestre. A causa de la fuerza del alma, este cuerpo parece moverse a sí mismo y ambos, cuerpo y alma, reciben el nombre de ser viviente. La fuerza del ala consiste en llevar arriba lo pesado, elevándose hacia el lugar en donde habitan los dioses. Lo divino es hermoso, sabio y bueno y esto es lo que más alimenta y hace crecer las alas; en cambio lo vergonzoso, lo malo y todas las demás cosas contrarias a aquellas las consume y las hace perecer. Dirigidas por Zeus, las almas de los dioses y la de los hombres marchan por el cielo ordenando y cuidando todo. Después de realizar su tarea van a buscar su alimento hacia el mundo supraceleste, hacia la realidad que se encuentra más allá de la bóveda del cielo. En ese lugar se halla la Justicia, la esencia cuyo ser es realmente ser, el ser incoloro, intangible, cuya esencia es sólo vista por el entendimiento, piloto del alma y alrededor de la que crece el verdadero Saber, pero no la ciencia de lo que nace y muere, de lo relativo, sino la ciencia de lo que es verdaderamente ser. Las almas de los dioses, dado que son conducidas por dos caballos buenos y dóciles, ascienden sin problemas. La mente de los dioses se nutre de un saber y entender puro por lo que al ver lo que allí se encuentra, se alimenta, se llena de contento y descansa hasta que el movimiento, en su ronda, la vuelve a su sitio. Las almas de los hombres suben con dificultad pues el caballo que tiene mala constitución es pesado e inclina y fatiga al auriga que no lo ha alimentado de manera conveniente. Así se encuentra el alma con su dura y fatigosa prueba. De las almas humanas, la que mejor ha seguido al dios y más se le parece, consigue ver algo, otras, no pueden alcanzar la visión del ser, por lo que les queda la opinión por alimento, "el por qué de todo este empeño por divisar donde está la llanura de la Verdad, se debe a que el pasto adecuado para la mejor parte del alma es el que viene del prado que allí hay y el que la naturaleza del ala, que hace ligera al alma, de él se nutre". Las almas que no han podido vislumbrar nada de lo que allí se encuentra se van gravitando llenas de olvido y dejadez, pierden las alas y caen a tierra. Las siguientes tesis resumen la interpretación más sencilla del mito: ** el alma es el principio de vida gracias al cual los seres vivos pueden realizar los movimientos que le son propios. ** las cosas naturales están dirigidas y controladas por la divinidad. Buscando la correspondencia de las partes del alma con los elementos que aparecen en el mito del carro alado: el auriga representa la parte racional, destinada a la dirección de la vida humana, al conocimiento y lo más divino que se encuentra en nosotros; el caballo bueno representa aquello que permite al alma la realización de acciones buenas y bellas; el caballo malo y rebelde representa lo que fomenta en nosotros deseos y pasiones y que nos impulsa hacia el ámbito de lo sensible. Este mito resume perfectamente la propuesta que recorre la totalidad de la filosofía platónica: realizar en esta vida y de forma radical la belleza, verdad y bondad (dado que "lo divino es hermoso, sabio y bueno y esto es lo que más alimenta y hace crecer las alas).

1 comentario:

  1. Muchisimas gracias, esto es lo que rindo hoy en el final de filosofia y en vez de tipearlo pude resumirlo copiando y pegando de tu texto :)

    muy interesante

    eduz (emme_fc@hotmail.com)

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