Todos, en cualquier momento de nuestra vida, hemos recurrido a la oración para comunicarnos con Dios, santos, ángeles o con quien nuestras creencias nos lleven a tratar de establecer contacto con el Ser Superior. En nuestro planeta, así como existen variadas culturas, civilizaciones y creencias, también se desarrollaron varios ritos para comunicarnos con el Omnipresente. Los más importantes son la oración, mantras, ritual o ceremonia, el ritual de pasaje, la invocación y la más impactante, la evocación.
La oración se practica desde que el hombre apareció. Se considera una forma de orar desde una danza para pedir un bien de la madre naturaleza, para alcanzar una victoria, para conseguir alimento, para la siembra o la cosecha, así como para ser bendecidos por las antiguas deidades. La esencia de la oración es llegar a lo más profundo de nuestro inconsciente para alcanzar la gracia y misterios sagrados. En las religiones que han prevalecido al paso del tiempo sean occidentales como orientales, la oración que es lo mismo que la meditación dependiendo de la creencia, es un acto de comunión con Dios, con quien se les considere santos y para cualquier intermediario entre el Omnipresente como son los ángeles. Para hacer oración el método usual es la repetición, es por ello las novenas, las oraciones para tres días o bien la práctica diaria pero constante y repetitiva. Como parte de este ritual el hombre se vale de elementos como el rosario, en el caso de los cristianos, la rueda de la oración en el caso de los tibetanos y se puede incluir la alfombra de oración que los musulmanes usan para sus plegarias a determinadas horas del día. Los mantras también son una forma de oración hindú y budista, teniendo como esencia la protección de la mente. Mantra significa "manas": mente y "tra": proteger, ambas de raíces sánscritas. En su forma es como un estribillo de una oración corta que se puede repetir 7, 21 y 108 veces empleando mala o rosario de mantras. El logro que se obtiene es principalmente iluminar la mente para alejar todo lo negativo que pueda impedir conseguir nuestros propósitos, así como para prepararnos para conseguir lo que nos lleve a nuestra realización personal, espiritual y trascendente. El que se repita constantemente es que lo esencial es el sonido que es una vibración de energía. Para el hinduísmo el OM es el sonido originario del universo, la semilla o raíz, por lo que todos los mantras inician con este sonido, seguido de las palabras de acuerdo a lo que se desea. Invocación es otra forma de comunicarnos con el Ser Superior, siendo su función el visualizar con una gran cantidad de energía lo que se anhela como algo ya seguro y real, por lo que contiene más elementos para la oración. Para invocar hacemos uso de recursos como flores, inciensos, velas, metales, colores, piedras, entre otros elementos de acuerdo con la fuerza con la que buscamos establecer contacto. Quienes prefieren la invocación, afirman que es más efectiva que la oración porque los resultados son de manera casi inmediata y de forma positiva. En la invocación hay que recordar que no podemos interferir en el libre albedrío de los demás, en otras palabras, no podemos forzar a nadie a hacer algo que nosotros queremos y que no está en sus planes personales.
La evocación es la búsqueda de establecer contacto directo con una identidad superior y que se nos manifieste visiblemente frente a frente, con quien está solicitando algo muy especial. Se requiere tener el don y el temple para poder lograrlo porque es una experiencia e impacto muy fuerte. (Extraído de la web).
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