Un talismán es un objeto que posee la cualidad de transmitir suerte y energía positiva a quien lo posee. Cualquier objeto puede transformarse en un talismán; esa condición se la daremos nosotros a partir de nuestras creencias, valores, sentimientos y experiencias.
Por otra parte, la tradición nos dice que existen algunos materiales que son más beneficiosos para la elección o fabricación de un talismán, como por ejemplo: piedras, cristales u objetos de nácar.
Podemos diferenciar dos tipos de talismanes: aquellos que nos acompañan todo el día y otros que permanecen en nuestro hogar durante nuestra ausencia.
Una vez que hayamos elegido nuestro talismán lo que debemos hacer es cargarlo de energía angélica. Para ello, tenemos que mantenerlo en nuestras manos durante el tiempo que dure la invocación de ángeles, así se irá cargando del poder que nos brindan los seres de Luz. Una vez finalizado, se lo puede guardar el talismán en una pequeña bolsita blanca. De esta manera, no será invadido por fuerzas negativas y la energía angelical se conservará intacta. (Los ángeles que nos cuidan)
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