Los dogon de Malí

En la cosmogonía de los dogon de Malí, la relación entre el lenguaje y los símbolos y los elementos del orden del mundo es sumamente metafórica: de hecho, cada vez que desean resaltar la resonancia simbólica de una frase, mencionan la "palabra del mundo". En el principio, antes que ninguna otra cosa, existía el "Huevo de Amma" o "El vientre de todos los signos del mundo". El mandala dogon consta de una forma casi circular con un trazado en cruz dentro del mismo formando cuatro partes correspondientes a los cuatro elementos y a los cuatro puntos cardinales (todos los mandalas dogon están cuidadosamente orientados). El conjunto tiene una forma de grano de cereal. En principio, cada sector contenía ocho signos, cada uno de los cuales generó ocho signos más. Añadiendo los ocho signos de los ejes y dos más del centro, se obtenía un total de 266 "signos de Amma". Como vemos, el mandala dogon es especialmente complejo e instructivo en cuanto a la creación se refiere. Los dogon llaman a estos signos "bummo" (huellas).

Para los dogon, meditar y trabajar la propia evolución a través de sus mandalas es primordial para comprender su situación en el mundo como seres identificándose con el cosmos y el infinito. (Mudras, Mantras y Mandalas).