Digno de tomar nota
Escribir a los ángeles es un excelente modo de alinearse y ponerse en contacto con ellos; además puede brindarte una mayor claridad en tus problemas personales. Escribirles, tal como escribirías una carta a un amigo íntimo y querido, te ayuda a fortalecer el contacto que ya habías formado estableciendo un vínculo mente-corazón. Este vínculo se desarrolla según pongas al ángel en tu mente y en tu corazón para dirigir tus pensamientos hacia él.
El acto de escribir también te ayuda a organizar tus pensamientos, despejando tu mente. Al hacerlo permitirás que los ángeles lleguen a ti en una frecuencia más alta. La correspondencia con tus amigos celestiales despeja la estática y las "conversaciones" mentales que dificulta una buena recepción. otro beneficio es que, cuando exteriorizas tus intenciones y deseos, comienzas a liberarlos. Un pensamiento en papel es algo encapsulado y completo. Al anotarlo, despejas la parte de tu cerebro que lo contenía, dejando espacio para algo nuevo.
Despréndete y prosigue
Escribir también puede ayudarte a debilitar tu apego con respecto a los deseos. Cuando los anotas puedes desprenderte de ellos. Si continuas aferrado a ellos, no hay modo de que te abras a tu ángel a fin de recibir el apoyo que necesitas para conseguir lo que quieres. Sólo podemos recibir con la mano abierta y vacía. Sin embargo, si lo que deseas no viene a ti cuando y cómo lo deseas, no pierdas de vista el resultado. Con mucha frecuencia descubrimos que, en cambio, ocurrió algo mejor.
Conviene recordar que los ángeles son seres de contacto, no de control. Sus maneras de apoyarnos no provienen del poder, sino del amor. Por eso es conveniente que cuando escribas el pedido, no sea de forma imperativa o como una orden, sino de una forma en la que pidas apoyo y ayuda sobre una cuestión. Cuando pedimos ayuda, nuestros ángeles nos respaldarán siempre. Pero lo hacen desde una perspectiva más amplia de la que con frecuencia podemos apreciar. Lo que percibimos como el amante ideal o el empleo perfecto puede no ser lo más conveniente para nosotros a largo plazo, aunque por el momento pueda parecernos bueno y adecuado a la imagen actual de lo que deseamos. Al conversar y comunicarnos con nuestros ángeles, aprendemos a refinar nuestros deseos: a no desear simplemente lo que nosotros queremos, sino lo que sea mejor para todos. Con el correr del tiempo descubrimos que eso nos brinda una satisfacción más profunda. Y ese es sólo uno de los dones del contacto angelical... (Descubre a tus ángeles)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario