Manuscritos del Mar Muerto

En 1947, un pastor que buscaba a una oveja perdida, descubrió 7 manuscritos antiguos que datan de 100 a.C. a 68 d.C. y que estaban en vasijas selladas y ocultas en cuevas cerca del Mar Muerto, en Israel. Este descubrimiento condujo a otros y finalmente, se encontraron 11 cuevas que contenían manuscritos y ruinas de un asentamiento humano. En total se encontraron cientos de manuscritos, que incluían copias de casi todos los libros del Antiguo Testamento. El descubrimiento inicial de los 7 manuscritos fue recibido con entusiasmo por el público debido a que en alguno de ellos se mencionaba "a un maestro de rectitud", que algunos investigadores erróneamente pensaron podría ser una referencia a Jesucristo. La mayoría de los eruditos ahora están de acuerdo en que los Manuscritos del Mar Muerto, como se les llamó, son la biblioteca de los esenios, una secta judía apocalíptica con sus raíces en los pietistas de la era macabea. Se apartaron de la sociedad y a mediados del siglo II a.C. establecieron un monasterio en las orillas del mar Muerto, en Qumran, donde establecieron una comunidad, hasta que fueron atacados durante la guerra con los romanos en 66-70 d.C.
En contraste con otras formas de judaísmo y del primer cristianismo, los esenios creían en la noción de un alma inmortal. En su antagonismo no judío hacia la carne, así como en alguna de las nociones del alma, parece que fueron influenciados por el gnosticismo o por alguna de las otras religiones de misterio neoplatónicas del período helenístico. Muchos de los manuscritos del mar Muerto que sobreviven, se caracterizan por un énfasis apocalíptico. En ellos, el fin de los tiempos a menudo representa una redención sobrenatural a manos de Dios y sus ángeles, una característica que comparten con los escritos contemporáneos apócrifos. En algunos textos el alama humana es vista como un campo de batalla donde los ángeles de luz y los ángeles de oscuridad intentan ejercer influencia sobre la acción humana.

(Ángeles, de la A a la Z)