Que el beso que depositó Gabriel arcángel en mí al nacer, para sellar la sabiduría sagrada que el Cielo me concedió, se vaya manifestando en cada etapa de mi vida para cumplir la misión que me trajo hasta aquí. Que esos pasos apresurados que en la juventud me llevan a descubrir cosas nuevas junto a Rafael arcángel, me haga en los momentos difíciles de adulto mantener el entusiasmo por seguir descubriendo caminos y que por siempre guarde alegría en mi corazón. Que la Luz de Uriel arcángel me ilumine en todas las decisiones que como adulto debo tomar para poder disfrutar del bienestar que Dios destinó para mí. Que la fe no decaiga ante pruebas que deba enfrentar, ya que detrás de cada crisis viene una bendición y una nueva alegría que disfrutar. Que la maravillosa espada de Miguel arcángel, me guarde en todo momento de mi vida de cualquier mal, que de él provenga la fortaleza para cumplirle a Dios lo encomendado y que cuando llegue el momento de emprender el viaje de regreso, me tome de su mano para que el Omnipresente sea indulgente con mis faltas y se me permita cruzar las puertas del Cielo. Amén y que así sea. (Silvia Gutiérrez Islas).
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