El color... desde siempre

Curarse con colores es una práctica que tiene siglos de antigüedad. Todas las culturas usaron alguna forma de Colorterapia: Egipto, Irán, India, China. En todo lugar las personas reconocieron las propiedades curativas del color y las utilizaron de distintas maneras. En los templos egipcios, algunas salas eran diseñadas especialmente para que los rayos del sol, al penetrar, se rompieran en los 7 colores del espectro lumínico. En Irán, se utilizaban en la arquitectura de las mezquitas, azulejos de de cerámica de distintos colores y formas geométricas para propiciar la limpieza de los espíritus y las enseñanzas de las leyes naturales de la conciencia. Muchas otras culturas utilizaron, en distinto grado, el poder del color en los estilos de construcción, el brillo cromático de las luces a través de cristales o la luz y colores de las gemas, así como pigmentos naturales hecho con vegetales y minerales para la ornamentación corporal. Sin ir tan lejos en el tiempo, podemos hablar del muy documentado efecto de la falta prolongada de luz solar y la consiguiente disminución del espectro cromático, en los inviernos polares, que causa un trastorno conocido como "Desorden afectivo estacional", clara demostración de la influencia del color sobre la vida humana. En la antigua Grecia, hacia los siglos IV y V antes de Cristo, se hablaba de los 4 colores primarios: blanco, negro, rojo y amarillo. En siglos posteriores se estableció el espectro visible como integrado por 7 colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Estos colores concuerdan con los 7 chakras del cuerpo humano. Este espectro simboliza la evolución de la conciencia humana y los colores tienen la propiedad de aumentar nuestras habilidades de percepción de esa evolución. (Manual de Terapias Alternativas).