Los colores en la terapia

Violeta: está relacionado con la coronilla y parte superior de la cabeza, aporta energía a la glándula pituitaria y estimula la parte superior del cerebro y el sistema nervioso. Es relajante, antiinflamatorio, con cualidades que promueven la meditación y la visualización, alivian la congestión de los senos del cráneo y los dolores de cabeza. El violeta debe evitarse como terapia en los enfermos mentales y cuando se tengan problemas con alcohol y drogas. Azul: corresponde a la glándula tiroides, a la garganta y a la base del cráneo. Puede calmar los nervios y generar tranquilidad, aliviar quemaduras por el sol o heridas y suavizar los problemas de garganta, voz y cuello. Debe evitar un exceso de azul si padece una deficiencia de tiroides. Amarillo: relacionado con las glándulas adrenales, con el plexo solar y con los aparatos digestivo y circulatorio. Aumentar la cantidad de amarillo a nuestro alrededor alivia la fatiga mental, ayuda a la digestión, relaja los músculos y combate el nerviosismo. Hay que evitarlo si padece de hiperactividad, dolor de estómago o si es propenso al comportamiento agresivo. Rojo: corresponde a la parte inferior del cuerpo, desde la base de las caderas hasta los pies, e incluye a los órganos reproductores. Se lo usa para aumentar la resistencia física, alivia el dolor en la parte inferior de la espalda y mejorar la circulación. Hay que evitar el rojo si se tiene la presión sanguínea alta, problemas de corazón o cuando se busque la relajación. Añil (azul oscuro): estimula la intuición y la imaginación, calma los nervios, ayuda en situaciones de insomnio y suaviza la migraña. No debe utilizarse en caso de enfermedad mental, cuando se padezcan trastornos en la alimentación o cuando se hayan prescripto sedantes. Verde: corresponde al corazón, a los pulmones y al sistema inmunológico. Aporta armonía y tranquilidad, alivia problemas respiratorios y calma la ansiedad. Debe evitarse cuando se padezcan problemas autoinmunes y sea necesario un análisis. Naranja: es un color energético que cubre la sección media del cuerpo, incluyendo los riñones, el abdomen y la parte inferior de la espalda. Con el naranja puede conseguirse un aumento de la vitalidad, un alivio en los problemas menstruales y urinarios y mejora el apetito. Debe evitarse si estamos irritables, si padecemos problemas intestinales o si queremos relajarnos. (Manual de Terapias Alternativas).