El Sol es el astro rey: hermana toda la naturaleza. Mitológicamente se lo presenta con diversos nombres e imágenes: Fuego Divino, Apolo, Baco, Osiris, Indra. Es un planeta masculino, expansivo, fecundo. Interviene en los pedidos de protección, seguridad, avance, autoridad, ascensos, contactos, crecimientos.
La Luna es la Reina-Noche: astro femenino, pasivo, de naturaleza cambiante y poética. Se relaciona con la imaginación, la protección, los viajes, al subconsciente, los misterios, la vegetación, el crecimiento, los gérmenes, la madre por excelencia. En la antigüedad la representaban las diosas Isis, Diana y Artemisa.
Mercurio: planeta andrógino. Simboliza la inteligencia, la adaptación, el comercio, la destreza manual, las alas que nos permiten volar. Es el mensajero consultor de las almas. Se encarnó en dioses como Hermes y Thot, cuya virtud era la cautela.
Venus: planeta del amor. Es lo femenino, la atracción y rige al mundo sublime. Representa la bondad, la gracia, el amor y la belleza que están encarnados en la divina Afrodita. Se relaciona con la cordura, la dicha, los sentidos, la justicia, las sensaciones del corazón. Es la afirmación del misticismo.
Marte: planeta masculino, violento, con fuerza combativa y también destructiva. Corresponde a Ares, Dios de la Guerra, vencedor en batalla y litigios. Se relaciona con la lanza, la espada y la justicia. Por eso necesita una espada en el altar, para cortar y amansar, con limitación.
Júpiter: planeta masculino, expansivo, de naturaleza radiante y dominadora. Es el dios supremo del Olimpo, modelo de fuerza y equilibrio permanente. Recorre los 12 signos del zodíaco en 12 años. Favorece los juicios y la natalidad; acrecienta los negocios. Se lo invoca para la prosperidad. Protege los viajes, la unión, el sacerdocio, la justicia.
Saturno: se encarna mitológicamente en Cronos, el Dios del Tiempo. Es un planeta masculino, frío, estéril, que simboliza la concentración, la limitación y la fatalidad. Con Saturno termina el círculo astronómico conocido por los antiguos, aunque estos intuían la existencia de otros planetas. El ciclo de recorrido por el zodíaco es de 29 años y medio, al igual que la Luna.
Urano: descubierto por Heschell, en Londres en al año 1781. Es un trascendente masculino que actúa en la parte psíquica de la naturaleza. Preside las investigaciones, mecaniza la intelectualidad, las ideas revolucionarias, lo rápido, lo imprevisto, los cortes sin explicación.
Neptuno: descubierto por Le Verrier en 1846. Es un planeta trascendente femenino; actúa sobre la intuición, lo mental, la sutileza, lo oculto, las colectividades y el mar. Protege a los pescadores.
Plutón: descubierto por Ton baugh en enero de 1930. Su influencia es restauradora. Se lo tiene como el Dios de los Infiernos. Preside todo lo que le corresponde a la Iva, a las fuerzas ocultas del ser. Es usado en invocaciones de magia y su uso debe ser limitado a personas que se manejen con vibraciones fuertes, que arrastren entidades del bajo astral.
(Waldo Casal)
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