Esta hermosa iglesia monástica en las afueras de Ávila tiene una planta de cruz latinay fue usada como retiro de verano por el rey Fernando y la reina Isabel de Castilla. Lo eligieron como lugar para enterrar a su único hijo. Fernando logró convencer al Papa para que esta iglesia fuera la sede de la Inquisición española y se convirtió en el cuartel general del inquisidor general Tomás de Torquemada (1420-1498), que está enterrado aquí.
Bajo su mandato, miles de judíos, supuestas brujas y herejes cristianos fueron cruelmente asesinados. Más tarde fue un monumento de la Reconquista española, cuando los moros y los judíos fueron expulsados en 1492.
La fachada oeste de esta sencilla iglesia está grabada con los blasones de Isabel y Fernando, que están maravillosamente ubicados entre fieros leones. Se dice que el coro, con 73 asientos de nogal, fue tallado por un prisionero morisco a cambio de su vida. Sobre é hay 5 escenas que representan la vida de santo Tomás. La ancha nave central tiene arcos cronopiales bajos y hay 3 claustros: el de las Novicias, el del Silencio y el de los Reyes.
(Jonathan Glancey)
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