Desde el punto de vista de las antiguas enseñanzas el planeta Saturno es el ejecutor del destino, el segador de nuestras posibilidades. Mitológicamente se lo ha descripto como un viejo zorro, fundador del orden. Está relacionado con la restricción y el ascetismo. Si bien posibilita escalar las cimas sociales y espirituales más altas, lo permite sólo a partir de la constancia, la paciencia y el esfuerzo. Los griegos lo denominaron Cronos, los egipcios lo reverenciaron como Seb, dios de la Tierra. Este viejo segador está representado por una cruz, símbolo de la materia, sobre un semicírculo que indica el desarrollo espiritual. Astrológicamente es el regente de Capricornio y el co-regente de Acuario. Cuando hablamos de disciplina, rigidez, frialdad, lentitud y sequedad indudablemente nos referimos a Saturno.
Su principio es el sentido del tiempo, del destino, del karma. Si conjuga con la Luna, tanto la de nacimiento como la de cumpleaños, su accionar suele ser caótico, sobre todo en el aspecto anímico. En estos casos provoca depresiones, exceso de responsabilidad, sensación de pérdida y profunda sensibilidad. Su tránsito siempre supone un desafío tanto en el aspecto individual como social.
(De Las doce lunas - Elena Casal).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario