Portavoces de los dioses

Si profecía significa "mensaje inspirado", los orígenes del término se remontan al estado de trance. La psiquiatría moderna rechaza el trance, considerándolo como una mera autohipnosis, pero en tiempos pasados el trance era respetado y temido, considerado como un momento de éxtasis en el que el individuo dejaba de ser él mismo y alcanzaba una comunión. El mensaje del profeta podía adoptar diversas formas. La tradición de profetisas que se desarrolló en el mundo clásico probablemente procediera de Asia. Los grandes oráculos de Grecia y Roma gravitaban en torno a los desvaríos de esas mujeres, si bien canalizados a través de intérpretes. Pero, en una nación de fundamentos teocráticos como Israel, la profecía adoptó un rol muy diferente, pues se erigió como una herramienta de corrección moral. Una serie de individuos que se declaraban inspirados por Yahvé denunciaban los pecados humanos. Finalmente está la prolongada y cosmopolita cadena de hombres y mujeres excepcionales que a lo largo de la historia ha adquirido la profunda convicción de haber recibido una misión divina. Desde Juana de Arco en la Francia medieval hasta Hong Xiuquan, el líder taiping en la China del siglo XIX, han tenido profundas convicciones en sus propias creencias, a veces lo suficientemente poderosas como para cambiar el mundo. (Profecías - Tony Allan)