Horóscopo Chino - Tigre

Rige a los nacidos en los años 1902/14/26/38/50/62/74/86/98

El tigre que se destaca es brillante, es una luz que ilumina tu camino para siempre y lo transforma. Tienen magnetismo, carisma, bella estampa en ambos sexos. Rompen el molde con su imprevisible conducta, desparpajo, no siguen ninguna norma de conducta. Son marginales en la manera que se insertan en la sociedad y no dan explicaciones a nadie sobre sus actos. Tendrá un harén a su alrededor; como un sultán elegirá cada noche una virgen para hacer el amor, o viceversa. La mujer tigre es una de las más atractivas del zodiaco chino, por su inteligencia, destreza, sabiduría, valentía, coraje y por su insaciable apetito erótico.

El tigre quema etapas. Desde chico será el más avanzado en precocidad intelectual y sexual. Como lo aburren los horarios y la rutina, abandonará los estudios para partir con su mochila por el mundo en busca de aventuras y se adaptará a personas, países, culturas, mentalidades opuestas, afines, sin dejar un rincón por desmalezar, fecundar, alegrar y transmutar como un alquimista. Salvaje, feroz, con una lengua que puede hacer caer, sin ejército, a un imperio, el tigre es exagerado en sus ambiciones de poder, fama y riqueza. Es un gran estratega, le cuesta muchos aceptar diferentes opiniones y no soporta que lo contradigan....¡ni hablar de que lo traicionen! Pedirá que le corten la cabeza al osado o lo hará sin intermediarios. Irracional a la hora de la derrota o a la defensa de sus intereses, el tigre deberá rodearse de gente que lo haga razonar, tener sentido común, visión, espiritualidad y trabajar con sus conflictos a través de las constelaciones familiares. Trae mochilas pesadas de sus antepasados, a quienes no perdona porque es rencoroso, vengativo y quiere ser el jefe aunque sepa que está equivocado. Omnipotente, soberbio, necesita una legión de fans para apaciguar su ego. Ambiguo en sentimientos, ideología y conducta, el tigre necesita contención afectiva y familiar para no convertirse en una fiera herida que reacciona según sus impulsos. La vida le brinda grandes oportunidades que en algunos casos sabe aprovechar y en otros desperdicia y derrocha inconscientemente. A veces, cuando los años pasan, y se queda solo lamiéndose las heridas, recuerda la fábula de la cigarra y la hormiga de La Fontaine. Jamás retrocede, ni con la memoria, que es una gran trampa, ni con las disculpas o el arrepentimiento. (Ludovica Squirru).