
El subconsciente nos habla en imágenes: este principio facilita el uso terapéutico del Tarot, ya que éste también se basa en imágenes, e imágenes arquetípicas, cuyas referencias se encuentran justamente en ese campo de la mente, lo que Carl Jung llamó "el inconsciente colectivo". Por su parte, los sueños nos permiten distinguir lo que sucede en nosotros y a nuestro alrededor. Nos revelan nuestras necesidades, nuestros deseos escondidos y nuestros temores. Nos ayudan a saber qué está pasando en nuestro subconsciente e inconsciente, luego a conocernos mejor. Las facetas luminosas y oscuras de nuestra psiquis se manifiestan en toda su magnitud durante el sueño y a veces no nos reconocemos en ellos. El Tarot, en su lenguaje simbólico, nos muestra lo que debemos reconocer y quizás resolver.
Sueños y sí: las imágenes del Tarot y sus símbolos establecen un puente entre la mente consciente e inconsciente. De allí, que observando las imágenes e identificando lo que nos inspiran, podemos captar patrones de conducta que antes no veíamos o no reconocíamos. Según Jung, el símbolo no oculta, sino enseña. Aunque parezcan ser divagaciones de la mente, todo sueño tiene un valor como datos de nuestros contenidos inconscientes. Sabiendo esto podemos inducir sueños reveladores de nuestros contenidos inconscientes y lograr conectarnos con nuestra psiquis, con nuestros guías espirituales o maestro interno mediante la meditación en las cartas de Tarot. (De www.enbuenasmanos.com).
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