Es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
Según el Dr.Mario Alonso Puig (uno de los máximos investigadores de la Inteligencia Humana y del Aprendizaje) al ser entrevistado, ha manifestado lo que se extracta a continuación:
"Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria."
"Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entretenido en un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El estrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal. Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas".
"Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios".
"Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación y que hacen que nuestra decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental".
"Digo no más razonable, ya que siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo, sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el por qué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando".
"Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad".
"La palabra es una forma de energía vital. Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos a nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos".
"Nos cuesta tanto cambiar porque el miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona".
"Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primera ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente".
"Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos, alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la paciencia."
"Ver lo que hay y aceptarlo".
"Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste, persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación. Sin fe en uno mismo hay temor; el temor produce violencia; la violencia produce destrucción. Por eso la fe interna supera la destrucción".
Biografia: www.marioalonsopuig.com/bio.php
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