Té de colores.....

Té Negro: es aromático y tiene sabor astringente. Se realiza un marchitado inicial de las hojas, un enrulado, luego una fementación prolongada y por último se realiza el secado. Contiene polifenoles que actúan como antioxidantes, aumentando las defensas del organismo. Además son importantes para prevenir cáncer y enfermedades cardíacas. Por el tanino que posee es antidiarreico. La teína y cafeína que contiene, estimula el sistema nervioso central, el miocardio y producen mayor diuresis. El flúor de su composición por tener cantidades importantes ayuda a proteger los dientes.
Té Verde: es poco aromático, de sabor amargo y de color verdoso. Procede de la misma planta que el Té Negro y se obtiene sólo secando las hojas; no se realiza el marchitado, ni la fermentación por lo tanto está menos procesado que el anterior y contiene más cantidad de antioxidantes. Tiene acción diurética, astringente y broncodilatadora. Regula los niveles de colesterol en sangre y evita la formación de coágulos. Contiene menos cafeína que el Té Negro. Se aconsejan 3 tazas por día.
Té Rojo: es como el Té Verde que adquiere sus característica luego de un largo proceso de maduración. A mayor cantidad de años, mejores beneficios. Las hojas verdes se comprimen y se las deja fermentar hasta que llegan a cambiar el color por rojizo. Refuerza el sistema inmunológico, desintoxica y activa el metabolismo hepático, mejora la secreción de las glándulas digestivas, reduce los nieveles de colesterol en sangre y triglicéridos. Se aconsejan 3 tazas por día.
Té Blanco: casi desconocido hasta ahora, es lo último y más novedoso en el mundo del té. Se produce en China, en las altas montañas. Ha sido descubierto recientemente como uno de los antioxidantes naturales más potentes. Se trata en realidad de un Té Verde del cual sólo se recogen los brotes, antes de que se abran, que surgen al principio de la primavera. El color del Té Blanco es verde pálido con un fninísimo vello blanco (de ahí su nombre). De "Buena Salud"