Los nacidos bajo su influencia son solidarios, ecuánimes, moderados, autocontrolados, equilibrados. En su lado negativo son desequilibrados, vengativos, discordantes e impacientes.
Este arcano representa el equilibrio de las cosas.
Busca la equidad y las proporciones justas de todo. Para lograrlo debe primero templar los extremos, o si se quiere los opuestos, que tienden a desequilibrar. Su frase célebre podria ser: "los extremos simpre son malos". Es el alquimista del Tarot junto con El Mago.
Su imagen es la de una mujer alada, que está parada en un río con un pie dentro de él y el otro en la orilla: En sus manos tiene dos copas y va pasando líquido de una a otra, una y otra vez. Este hecho simboliza la unión de los opuestos o la reconciliación de las contradicciones internas de los seres humanos. Para eso es necesario compensar lo descompensado. Mientras La Rueda marca ciclos que cambian el estado de las cosas llevándolas a otros polos, La Templanza busca mantener un equilibrio interno a pesar de los inesperados cambios. Mientras La Justicia hace que se cumplan las leyes, La Templanza trata de encontrar los puntos justos de sus fuerzas internas. Para lo cual y como primera medida, reconoce los polos internos: el ying y el yang, lo masculino y lo femenino, lo bueno y lo malo, la felicidad y el sufirmiento. Hermes Trimegisto enunció una Ley, 3000 a.C., que llamó Principio de Polaridad y decía: "Todo es doble, todo tiene su par de opuestos; todo tiene dos polos; los semejantes y los antagónicos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grados". A partir del conocimiento de estos opuestos internos, este arcano persigue la reconciliación de ellos, templándolos hasta equilibrarlos. Al respecto el Tao dice: "El odio hay que compensarlo con amor".
Si se compensa con odio, siempre queda odio sobrante. El I Ching por su parte, en el hexagrama 15 La Modestia, enseña: "La ley del cielo vacía lo lleno y llena lo modesto". "Cuando el sol se halla en su punto más alto debe declinar". "Las altas montañas son derruidas por las aguas y así los valles se rellenan".
Los nativos de este arcano necesitan que tanto sus relaciones, como las que se lleven a cabo, guarden un equilibrio y detestan los extremos aunque muchas veces caigan en ellos. A lo largo de sus vidas van aprendiendo a templar sus espíritus, van tornándose calmos y cautos en su obrar. Nadie mejor que ellos como mediadores, pues son sumamente ecuánimes en su proceder. Van más allá de la justicia.
Aman la independencia y son capaces de emprender la más aventurada de las batallas, si fuera necesario, para proteger la libertad que naturalmente poseen.
Tienen un punto débil, que es el mundo afectivo y cuando no anda bien se encuentran casi imposibilitados para hacer cualquier cosa. No pueden vivir sin el debido marco de contención afectiva que necesitan tanto como el aire que respiran. Por eso cuando tienen una relación afectiva, sea el tipo que sea, la cuidan y la respetan siendo incapaces de tracionarla por nada del mundo.
Son a la vez seres que saben quererse, cuidarse y respetarse a sí mismos, su escala de valores en la vida está regidas por estas reglas. Estos ángeles encarnados que moderan sus vidas para no caer en injusticias o daños, tanto con ellos como con los demás, son pacíficos y detestan la violencia, pues aman la vida. Un hogar en el que nace una de estas aladas criaturas, es como si fuera tocado por una varita mágica que lo llena de bendiciones y lo protege de todos los peligros.
(El hooróscopo del Tarot)
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