Los mensajes

Todos los días de nuestra vida, desde el momento de nuestro nacimiento, recibimos mensajes angelicales, plagados de amor y dulzura que nos pro- tegen y guían por el camino de la felicidad. Esos mensajes nos llegan de diferentes maneras. Es por eso que nuestro corazón debe ser puro y armó- nica nuestra mente para poder escuchar con claridad lo que nos quieren decir. Los mensajes siempre nos traerán buenas noticias y alegría a nues- tras vidas, consejos para no desviarnos del camino que elegimos o pala- bras de aliento para elevar nuestro ánimo cuando estamos tristes. Cerre- mos los ojos e invoquemos a los ángeles. Con nuestro corazón abierto a la luz celestial, agradezcamos sus mensajes que nos ayudan, nos guían o nos alientan en nuestra vida. (Extraído de "Un ángel para cada día" - J.Victoria).