La importancia de las iglesias gemelas de Santa María Di Montesanto y Santa María de Miracoli (Roma, Italia), no reside tanto en sus virtudes arquitectónicas como en el impacto que ejercieron en la grandiosa planificación urbana que caracterizó a la Roma del siglo XVII. Los imperativos de la Contrarreforma exigían un renacimiento, dejar a un lado los restos de la ciudad medieval y crear grandes espacios públicos y nuevas panorámicas. El resultado fue una planificación urbanística a una nueva escala, llevada adelante por sucesivos papas, realizada por numerosos arquitectos y animada por el heroico dinamismo del Barroco. Era una visión que iba a transformar la ciudad. Estas iglesias gemelas presentan ser el punto central de la plaza del Popolo, diseñada en 1518, en la intersección de las tres calles creadas más o menos en la misma época.
Aunque se parece, no son idénticas (a consecuencia de la dificultad de emplazamiento), pero se hicieron considerables esfuerzos para hacer los exteriores y las cúpulas lo más semejantes posibles.
(Jonathan Glancey)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario