La división celeste de las mansiones lunares, consiste en repartir el cielo entre las diferentes posiciones diarias de la Luna ligadas a 28 grupos de estrellas que forman unas mini constelaciones. En su caminar diario, la Luna suele realizar conjunción con estos grupos de estrellas. En cada paso de la Luna por cada una de estas pequeñas constelaciones o estrellas de importancia, empieza una mansión y la Luna queda teñida de la vibración de las estrellas hasta la siguiente mansión. Basta una observación continuada durante varios días, en los que la Luna sea visible, para comprender esta manera natural de repartir el cielo. En los textos del castellano original se denomina mansión a cada uno de los 28 tramos del cielo ocupados por pequeños grupos de estrellas o por estrellas muy importantes. La utilización de la palabra mansión viene de la mano de un traductor que la traduce como vivienda o alojamiento en vez de mansión que significa detención o estancia en una parte. El significado de mansión nos lleva a pensar en un lugar del cielo donde la Luna se detiene o cambia y toma algo.. Esta detención nos lleva a pensar que la Luna, cada vez que pasa por uno de estos lugares se detiene, en sentido no literal, a tomar una nueva vibración.
Cada vez que la Luna atraviesa una de esas mansiones, adquiere nuevos tintes, estrena nuevos colores y los arrastra consigo hasta que entra en la siguiente mansión y de nuevo cambia y adquiere la caracterísitca de esa mansión, hasta la siguiente y asñi cubriendo un ciclo interminable.
(es.geocities.com).
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