Son inteligencias espirituales que, según la teosofía, guardan los registros kármicos y ajustan las complicadas operaciones de la ley de causa y efecto. Son los archivadores celestiales o señores del destino, quienes imprimen en tablillas invisibles "el gran mueseo de pinturas de la eternidad", un registro fiel de cada acción a aún de cada pensamiento del hombre, de todo cuanto era, es o será en el universo fenomenal. (Libro de los ángeles).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario