"El Papa" (1918/1940/1962/1984/2006)

Los nacidos bajo su influencia, son seres conscientes, profundos, comprometidos, auténticos, sinceros, simpáticos, divertidos, intuitivos, intelectuales. En su aspecto negativo son insensibles, indiferentes, vengativos, cómodos y conformistas. Este singular arcano hereda parte de las características de los cinco arcanos anteriores. Es el resultado de la combinación de esas cinco potencias y de la experiencia de cada una. En verdad está un poco Loco, es un tanto Mago, tiene un mundo femenino muy acentuado que lo aprende de La Sacerdotisa, es sumamente creativo como La Emperatriz y también goza de poder y de orden como El Emperador. Es un experto en saber y sentir lo que les ocurre a los demás, conociendo los remedios para sanar el alma. Conoce los secretos del laberinto interno que conduce a la esencia del ser. Sabe cuales son los caminos que el laberinto tiene de ida y de vuelta, donde están sus atajos y sus trampas, qué camino conduce a alguna parte y cuáles no. Asimismo está capacitado para guiar a otros en sus propios laberintos. Su imagen es la de un gran sacerdote sentado en el majestuoso sillón de un altar. En su cabeza tiene una imponente corona que consta de 3 partes importantes que simbolizan el conocimiento profundo que éste tiene de la realidad material, mental y espiritual. Por detrás se ven 2 columnas, representando la entrada de un templo que contiene los secretos del espíritu. Delante suyo hay 2 personas de espaldas que han acudido a él para consultarle acerca de su conciencia, su espíritu y contarles sus secretos. Los nacidos en los años de este arcano, buscan constantemente el sentido de la vida y cuando lo pierden, no pueden avanzar ni un solo paso, siendo capaces de dejarlo todo hasta recuperarlo. Desde muy pequeños, se sienten llevados en sus pensamientos y actos por una mano invisible que los hace arribar a la verdad de las cosas o a las dudas que los impulsa a buscar nuevas respuestas. Heredan de El Loco su audacia, pero no pierden la conciencia como él. Además el miedo más grande que poseen, es la pérdida de la conciencia. Se parecen a El Mago por su rapidez para reconocer a la gente, los lugares y las situaciones de manera emocional e intuitiva. Pueden ser introvertidos como La Sacerdotisa, que pasa por períodos sumida en profundos ostracismos, pero salen de ahí renovados y con una potencia tal, que hasta ellos mismos se asombran. Son románticos y creativos como La Emperatriz. Adoptan de El Emperador, un lugar de poder y un orden parecido, pero jamás tendrán la misma lógica. Por lo general, no son apegados, pudiendo tomar sus bolsos y partir hacia nuevos horizontes casi sin remordimientos. Sus afectos son claves, pero no dudan en abandonarlos si se vuelven estériles. Están siempre informados de todo aunque no compren el diario. Tienen un radar especial para descubrir qué pasa a su alrededor y enterarse de lo que les interesa y necesitan saber. Son desinteresados y muy sinceros; no pueden quedarse sin decir lo que piensan. Les fascina todo aquello que está teñido de misterio, por eso tienen tendencias místicas. Como enemigos estos "mansos" pueden volverse terribles, esperan sentados a quien los haya defraudado, hasta que caen a sus pies, siendo capaces de destrozarlo sin la menor compasión y culpa. Mal aspectados, son personas que por no llevar al máximo las expresiones que su espíritu, intentan ser sólo agradables, buenos y simpáticos para quedar bien con Dios y con el Diablo. Parecen flanes que ante el menor movimiento se desestabilizan. Están siempre donde mejor calienta el sol y tratan de rodearse de interesadas relaciones para saber conseguir los mejores lugares. Se aman a sí mismos y piensan que todo lo que creen es lo mejor y más sabio, sin detenerse a confrontar sus ideas, para hacer las correcciones o cambio necesarios. También puede suceder que nieguen la realidad y se dediquen a delirar e idealizarlo todo. (Horóscopo del Tarot).