La ley de la sustitución

Ésta ley dice que para borrar un pensamiento hay que sustituirlo por otro. No se puede rechazar un pensamiento enteramente, hay que poner otro en su lugar. Si uno se quiere deshacer de una idea negativa la única forma de lograrlo es pensando en algo positivo y constructivo. Es como si dijéramos que para soltar un lápiz que tuviéramos en la mano tendríamos que colocar en ella una pluma, un libro, una piedra y el lápiz entonces caería. Cuando tengas ideas negativas, no luches contra ellas: piensa en algo posi- tivo. Con preferenca piensa en Dios; pero si ésto se te dificulta, piensa en algo que te interesa y la idea negativa se desvanecerá. A veces sucede que los pensamientos negativos te abrumarán con tal fuerza que no los podrás dominar. Lo llaman ataque de depresión o de preocupación o tal vez un a- taque de furia. En éste caso lo mejor es buscar a alguien con quien conver- sar, o ir al cine, al teatro. Si te sientas a luchar contra la ola negativa, lo que lograrás será aumentarla. Voltea la atención hacia algo enteramente diferente, negándote de manera rotunda a pensar en la dificultad y más tarde cuando te hayas alejado completamente de ella, entonces podrás en plena confianza tratarla espiritualmente. "Y yo os digo que no resis- táis al mal". (Mateo 5-39). (Extraído de "Manual de prácticas metafísicas" - J.Hartkopf).