"Padre, dame la palabra.
Abre mi mente y hazme decir con amor, con certeza.
Luz de tu poder y gloria
en la garganta de la paz".
Hay situaciones en las que no sabemos a quien decirle lo que sentimos: problemas, aclaraciones, pedidos...
Hay momentos en que no sabemos cómo decir lo que debemos decir. A veces evitamos decir porque tememos la reacción de la persona a la que queremos comunicarle algo.
Esta oración colabora para que puedas abrirte y estar seguro de poder hacerlo y, para que lo que tengas que decir, sea lo correcto y por el bien de todos aquellos a quienes involucre la conversación que debes mantener.
Exprésate con seguridad en ti mismo, con tranquilidad y sin gritar, sintiendo un gran amor hacia el otros y en clima de bondad y comprensión. El Padre iluminará tu garganta porque tus palabras procederán de la garganta de la paz y no de la discordia. (Regina Palermo).
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