UN PASEO PARA CONOCER EL MUNDO DE ESTOS SERES MARAVILLOSOS .....

febrero 13, 2011

El Pecado Original y la Expulsión del Paraíso

Fresco, 280 x 570 cm
Ciudad del vaticano
Palacios Vaticanos - Capilla Sixtina
A las tres historias de Noé siguen las tres de Adán y Eva, que se desarrollan en el Paraíso terrenal. De la expulsión se procede, invirtiendo el orden, hasta la creación del hombre. La primera escena se divide en dos partes mediante el eje del árbol que se encontraba en el centro del jardín, según el relato bíblico. En la parte de la izquierda se representa El Pecado Original: la figura del demonio se convierte en un cuerpo de mujer cuyas piernas se transforman en dos serpientes y se enroscan al tronco del árbol. Éste es una higuera, alusión al hecho de que, no bien hubieron comido del fruto prohibido y vieron que estaban desnudos, nuestros primeros padres se cubrieron con hojas de higuera. Según algunos, Miguel Ángel habría descuidado representar el fruto, pero, si miramos bien, la figura tentadora entrega a Eva dos higos para que se coma uno y de el otro a Adán, el cual, con un movimiento paralelo e inverso señala con el dedo un tercer higo, que está detrás de la serpiente (al ser del mismo color que las hojas, los frutos no se distinguen bien). La postura de Eva muestra toda su sensualidad, su seductora culpabilidad; la esterilidad de su acto está simbólicamente representada por el tronco seco, que repite en su forma la posición del cuerpo y el brazo de aquella. La parte derecha del fresco representa el momento posterior a la Expulsión del Paraíso: el ángel del Señor adopta una postura simétrica a la de la mujer-serpiente. Adán y Eva, primero orgullosos de la belleza de sus cuerpos e indiferentes hacia su desnudez, tratan de esconderse de la mirada severa del ángel que les amenaza con la espada.  (Genios del arte)

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