UN PASEO PARA CONOCER EL MUNDO DE ESTOS SERES MARAVILLOSOS .....

marzo 29, 2009

Mantras, Mandalas y Mudras

El poder de la palabra es inconmensurable. Diariamente nos comunicamos oralmente con los demás por medio de palabras, es decir mantras sonoros, pero también solemos hablar internamente con nosotros mismos, utilizando en ese caso lo que se denominan mantras mentales. Nos movemos al compás de la vida, a veces muy rápidamente, gesticulamos potenciando sentimientos e ideas y expresamos a través del cuerpo aquellos sentimientos o sensaciones que no nos atrevemos a decir con palabras. Y todos estos movimientos, gestos y posturas no son más que sencillos mudras inconscientes.
Dejamos que la tinta resbale sobre el papel escribiendo retazos de nuestra vida, pequeñas notas, cartas e inclusos legajos. Dibujamos figuras a conciencia o garabateamos de forma refleja e instintiva formas racionalmente inconexas. Estampamos nuestra firma ratificando variopintos compromisos y documentos.
Cuando se acercan las vacaciones, soñamos con idílicas situaciones o perfectos paisajes, visualizando un mundo de gratificante diversión y alegría. Y, sin saberlo, estamos creando unos mandalas para fortalecer nuestra proyección vacacional o de ocio o dándole fuerza mediante la visualización mental para que ese proyecto se ponga en marcha y nos aporte cosas buenas. En la antigüedad, la meditación en los mandalas, formaba parte del rito diario para comenzar el día y encadenar la existencia al entorno de la naturaleza y de las circunstancias de cada momento. En un apretón de manos hay un mudra de compromiso, de afecto, de respeto, de confianza, eso es al menos lo que antes significaba: un acuerdo mutuo de no agresión. En la actualidad, son un protocolo que no tiene más simbolismo que el de saludarse para iniciar ciertos pactos o acuerdos que después no se cumplen o acaban en manos de la justicia para decidir quién dio el apretón de manos más falso e incumplidor del compromiso adquirido. Tampoco todos es así...todavía quedan personas con capacidad de cumplir con la responsabilidad de la palabra dada.
Los mantras son combinaciones de sílabas que forman un nudo de energía sutil capaz de realizar un trance en el individuo y en su entorno. Nos ayudarán a explorar y a hacer florecer lo mejor de nosotros mismos, de nuestras emociones y, por lo tanto, serán de suma utilidad para mejorar también nuestra calidad de vida. Sentiremos cómo retumba en nuestro cerebro la voz del poder interno que hay en cada uno de nosotros y entenderemos que, llevando la práctica del mantra a su máxima expresión, conseguiremos unas condiciones de estados modificados de la conciencia que nos transportarán a planos insospechados. (J.L.Nuag).

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