Es muy posible escuchar la voz de Dios durante todo el día sin que ello interrumpa para nada tus actividades normales. La parte de tu mente donde reside la verdad está en constante comunicación con Dios, tanto si eres consciente de ello como si no. Es la otra parte de tu mente la que opera en el mundo y la que obedece sus leyes. Esa es la parte que está constantemente distraída y que es desorganizada y totalmente insegura. La parte que está escuchando la voz de Dios es serena, está en continuo reposo y llena de absoluta seguridad. Es la única parte que realmente existe. La otra es una loca ilusión, frenética y perturbada, aunque desprovista de toda realidad. Trata hoy de no prestarle oídos. Trata de identificarte con la parte de tu mente donde la quietud y la paz reinan para siempre. Trata de oír la voz de Dios llamándote amorosamente recordándote que tu Creador no se ha olvidado de Su Hijo.
Hoy necesitaremos por lo menos 4 sesiones de práctica de 5 minutos cada una. De hecho, trataremos de oír la Voz de Dios recordándote a Dios y a tu Ser. Él quiere que oigas Su Voz. Te la dio para la oyeses.
Escucha en profundo silencio. Permanece quedo y abre tu mente. Ve más allá de todos los chillidos estridentes e imaginaciones enfermizas que encubren tus verdaderos pensamientos y empañan tu vínculo eterno con Dios. Sumérgete profundamente en la paz que te espera más allá de los frenéticos y tumultuosos sonidos, pensamientos e imágenes de este mundo demente. No vives aquí. Estamos tratando de llegar a tu verdadero hogar. Estamos tratando de llegar al lugar donde eres verdaderamente bienvenido. Estamos tratando de llegar a Dios.
No te olvides de repetir la idea de hoy frecuentemente. Hazlo con los ojos abiertos cuando sea necesario, pero ciérralos siempre que sea posible. Asegúrate de sentarte quedamente y de repetir cada idea cada vez que puedas...comprendiendo que estás invitando a la Voz de Dios a que te hable.
(De "Un Curso de Milagros")
No hay comentarios.:
Publicar un comentario