UN PASEO PARA CONOCER EL MUNDO DE ESTOS SERES MARAVILLOSOS .....
marzo 07, 2009
Lo que NO es perdonar
Perdonar no es justificar comportamientos negativos o improcedentes, sean propios o ajenos. El maltrato, la agresión, la traición y la deshonestidad son sólo algunos de los comportamientos que pueden ser totalmente inaceptables. Tú puedes sentir que es conveniente e incluso necesaria una medida firme y decisiva, como el divorcio, el pleito o el fin de la relación, para impedir que vuelva a tener lugar ese comportamiento. El perdón no quiere decir que apruebes o defiendas la conducta que te ha causado sufrimiento ni tampoco excluye que tomes medidas para cambiar la situación o proteger tus derechos. Perdonar no es hacer como que todo va bien cuando sientes que no es así. A veces puede ser engañosa y confusa la distinción entre perdonar de verdad y negar o reprimir la rabia y el dolor. Enojarse se suele considerar inaceptable (sobre todo cuando se expresa la cólera que se siente), de manera que muchas personas aprenden muy pronto a sustituir sus auténticos sentimientos por sentimientos y comportamientos más aceptables que no tengan como consecuencia el castigo o el abandono. No se puede ofrecer un perdón verdadero si se niega o se hace caso omiso de la rabia y el resentimiento. Perdonar no es adoptar una actitud de superioridad o farisea. Si se perdona a alguien porque se le tiene lástima o se lo considera tonto, es que se confunde perdonar con ser arrogante y criticón. El perdón no significa que debas cambiar de comportamiento y no exige que te comuniques verbal y directamente con la persona a la que has perdonado. No es preciso ir y decirle "te perdono", aunque a veces esto puede ser una parte importante del proceso de perdonar. Con frecuencia, la otra persona advertirá el cambio que se ha producido en tu corazón. A veces puede ser necesario que quede como una opción secreta. Podría ser que las personas que te hacen sentir más furia sean aquellas con las que te resulte imposible comunicarte. Quizás hayan muerto o no estén dispuestas a hablar contigo. Si para la curación fuera necesaria la comunicación directa y verbal, entonces nuestro destino será convivir para siempre con nuestro sufrimiento. Afortunadamente no es así. Aunque podamos optar por actuar de un modo diferente, el perdón sólo requiere un cambio de percepción, otra manera de considerar a las personas y circunstancias que creemos, que nos han cuasado dolor y problemas. (Robin Casajian).
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