UN PASEO PARA CONOCER EL MUNDO DE ESTOS SERES MARAVILLOSOS .....

noviembre 24, 2007

El temor a rezar mal

Algunas personas tienen miedo a rezar por temor a hacerlo mal. Dicen que no saben rezar y se preguntan qué ocurriría si se reza de manera equivocada. Los ángeles entienden el esfuerzo sincero y oyen nuestras oraciones aún cuando las palabras no sean perfectas o no se expresen exactamente o de manera correcta. No debemos temer cuando oramos. Nuestro Dios nos ama y desea lo mejor para nosotros. Es difícil que te equivoques al rezar si dices sinceramente lo que hay en tu corazón, haciéndolo lo mejor que puedas y enviando amor a Dios por mediación de Sus ángeles. De hecho, los ángeles escuchan nuestra oraciones con tanta atención y resolución que a veces oyen los gruñidos de nuestro espíritu y los intensos deseos de nuestro corazón y los cuentan como oraciones. Ello debería hacernos vacilar. Es sumamente importante que los individuos se percaten de que sus pensamientos y palabras tienen poder y que pueden dirigirse para hacer el bien o el mal. Si de verdad nos diéramos cuenta de ello, seríamos más cautelosos a la hora de controlar nuestros pensamientos y sentimientos y sustituiríamos los que son dañinos por otros positivos. También pasaríamos más tiempo en oración sincera, pidiendo ayuda para la gente de todas partes y por sus problemas. No existe problema demasiado grande o demasiado pequeño en cuanto a dirigir la atención de los ángeles. Puedes explicarles cualquier aspecto de tu vida: los problemas de tu hijo adolescente, la necesidad de contar con abundancia para efectuar el pago de obligaciones, la enfermedad de madre y tu preocupación por no poder proporcionarle los cuidados necesarios...No tienes que turbarte pensando en si estás agobiando a un ángel o le estás asignando una labor demasiado ardua. A los ángeles les complace en extremo trabajar y si la tarea es demasiado pesada, se dirigen a sus jerarcas solicitando esfuerzos. Sus superiores acceden gustosamente. Quizás el panorama más desconsolador en el cielo lo ofrezca una banda de ángeles de regreso al cielo al final del día, con las alas un poco inclinadas mientras refieren con tristeza a sus ángeles maestros ..."Nadie nos ha pedido ayuda hoy..." A los ángeles les encanta que se les ponga a trabajar: se precipitan aquí y allá, respondiendo primero a las peticiones más urgentes y luego a las menos urgentes hasta que, al fin, todas han sido atendidas. Prácticamente se desesperan por ayudarnos. Incluso son capaces de disculpar nuestra técnica poco enérgica de oración, si bien les agradaría que aprendiéramos a rezar con más eficacia, de manera que pudieran ser de más ayuda. La oración es un arte y una ciencia. Cuánto más sabemos sobre la oración y cómo orar, más efectivas pueden ser nuestras oraciones y más lo serán. Al igual que todo lo que vale la pena en la vida, la oración requiere práctica y el uso hace maestro. Es más fácil si te atienes a unas sencillas reglas: reza en nombre de Jesús o de tu Yo Superior, pide la voluntad de Dios y no solicites a los ángeles que hagan algo que no se ajuste a la voluntad de Dios o que pueda lastimar a alguien. (Extraído de "El ángel de la escucha" - Elizabeth C.Prophet).

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