La presencia

Invoquemos a nuestro ángel guardián. Se presentará con su amor y su bondad. Expresemos nuestra intención, nuestros anhelos y nuestros pensamientos. Hagámosle saber que lo amamos. Sentiremos el calor de su resplandor que nos inun- da, veremos los destellos de felicidad que alumbran nuestro camino. Cuando nos olvidamos de invocar su presencia, nues- tra vida se bloquea y no podemos avanzar. Su presencia divi- na nos ayuda a caminar con seguridad. Con su presencia nos inspira el amor a nuestros semejantes, la nobleza a nuestro corazón. Nos regala sonrisas, palabras de apoyo y obras de caridad.Si ellos están presentes en nuestra vida, viviremos en armonía, pensando en propósitos positivos, con nuestra fuerza interior intacta y con la seguridad de triunfar en todo aquello que emprendamos. (Extraído de "Un ángel para cada día" - J.Victoria).