El agradecimiento

El vértigo en el que nos vemos envueltos diariamente nos impide, la mayoría de las veces, apreciar todo lo bueno y bello que tiene la vida. Las preocupaciones nos invaden y somos incapaces de apreciar las cosas que nos rodean, el cariño que recibimos, la alegría de estar vivos. Si dete- nemos el frenesí cotidiano y reparamos en la intimidad de detalles gozosos que nos rodean seremos capaces de agra- decer por ellos. La posibilidad del agradecimiento nos rego- cija el alma. Agradecer los afectos sinceros, las palabras de los que se preocupan por nosotros nos harán mejores personas. Los ángeles nos permiten diferenciar las actitu- des verdaderas de cada gesto y se alegran cuando agrade- cemos a los demás. (Julián Victoria - Un ángel para cada día)