Ángeles en el campo de batalla

En tiempo de guerra, los soldados suelen desarrollar un vínculo más fuerte con la religión y el Ser Supremo, lo que puede deberse a la cercanía y la posibilidad de morir en batalla. No es inusual que los soldados atestigüen apariciones de figuras santas que pueden interpretarse como la guía que necesitan. Hay varios casos en que las apariciones de ángeles, santos y otras figuras religiosas han sido documentados por un gran número de personas. Muchos países en guerra, en especial los de poblaciones cristianas, con frecuencia llaman a santos patronos para que guíen sus fuerzas durante la batalla. Por ejemplo, Inglaterra apela a San Jorge, mientras que España solicita la guía de San León. Por su parte San Miguel y Juana de Arco son fuerzas impulsoras en Francia. El siglo XX también cuenta con apariciones de figuras angelicales durante batallas. Una de las visiones más famosas ocurrió durante la primera guerra mundial, en la Batalla de Mons en 1914, en la ciudad del mismo nombre en Bélgica, en las que las tropas alemanas derrotaron a las fuerzas aliadas británicas, francesas y belgas. Entre agosto 23 y 28 de 1914, los soldados fueron testigos de varias apariciones en el campo de batalla. El ataque alemán fue tan intenso y los británicos sufrieron tantas bajas, que se esperaba la aniquilación total. Sin embargo la batalla dio un giro. Según el relato de dos oficiales británicos, mientras ellos se retiraban, el ejército alemán de pronto cesó el fuego y se detuvo sorprendido cuando "una tropa de ángeles" se interpuso en su camino. Los sorprendidos soldados británicos vieron a 4 ó 5 seres con túnicas blancas aparecer entre las líneas, con los brazos extendidos. En ese punto el ejército alemán empezó a retirarse. Cuando empezaron a aparecer reportes de las apariciones al mismo tiempo, se los denominó como "Los ángeles de Mons". (Extraído de "De la A a la Z de los ángeles" - Oliver y Lewis).