La celebración

De la misma manera que nos alegra celebrar, debemos dedicarle todo nuestro amor y atención a la celebración de la vida. Celebrar la vida significa dar gracias por tenerla y alabarla. No importan los crudos momentos, no importan los dolores. La vida es una y hay que agradecer la suerte de estar vivos y cuidarla. Tenemos el don de vivir. Seamos felices pese a todo y siempre encontraremos un motivo que lo justifique. Todas las penas pasan. Cuando esto ocurre, nos damos cuenta que estamos vivos y nos sentimos felices por eso. Llamemos a los ángeles. Ellos se alegrarán con nuestra celebración y nos acompañarán en ésta fiesta. (Extraído de "Un ángel para cada día" - J.Victoria).